Con lo de Catar hicimos catarsis
** Después de la Qatarsis que nos permitió un campeonato mundial bien caliente y áspero, resulta más tolerable volver a la áspera realidad de esperar el aguinaldo para enfriar un poco el saldo caliente de la Visa o la Master. Así debería ser si es correcta la teoría de ese maravilloso terapeuta conocido como Pepe Piorsería, porque “piorsería” andar con lo justo a fin de año sin la alegría que nos regaló nuestra Selección de fútbol. Pepe siempre ha sido y es un gran consolador que nos hace ver que todo lo malo que nos pasa, podría haber sido peor. Razonamiento que nos hace más agradecidos.
** Para los antiguos griegos, que inventaron los juegos olímpicos en el año 776 antes de Cristo pero nunca ganaron un mundial de fulbo estos pobres giles, la catarsis consistía en purificar las pasiones del ánimo mediante las emociones que provoca contemplar una situación trágica. ¿Podés creer?
** Todavía estoy tratando de entenderlo mejor. Porque… a ver… pensemos en algo trágico: verlo al Dibu solito y de rodillas bastante lejos del arco, teniendo a Mbappé frente a él con la pelota a sus pies…. No sé vos, pero a mí me provocó más bien vómito y palpitaciones que duraron hasta una hora después de que esa pelota rebotara contra el pecho del arquero y otro de los nuestros la revoleara lejos. Era una tragedia en ciernes, una copa mundial perdida, que por suerte o maestría no llegó a ser. Pero esa cuasi tragedia, lejos de purificarnos el ánimo nos produjo arcadas.
Andá payá corazón
** Pero volvamos al juego fácil de empalmar Catar con catarsis. Lo cierto es que sí, sí, sí, los argentinos hicimos la catarsis con lo de Catar. Lejos de aquellas complejas elucubraciones de los antiguos griegos, la psicología moderna llama catarsis a la “liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso”.
Dígame si nuestro equilibrio nervioso no venía maltrecho y pidiendo Rivotril a gritos desde enero o mucho antes. Todo eso se acabó el domingo 18 a las tres de la tarde, porque la forma más eficaz de liberar nuestras broncas es llorando, bailando, cantando. Eso es catarsis. ¿Y qué otra cosa hicimos en estos últimos días, al final del sufrimiento? ¿Ah?
** Por supuesto que no todos los llantos valen lo mismo como efecto curativo. Las veces que lloramos al abrir la heladera, hacemos “sisratac”, que no es palabra griega sino catarsis al revés, o sea la acumulación de recuerdos que alteran la mente y el equilibrio nervioso.
** Pero no le demos más vueltas; estamos llegando muy felices al fin del año (distraídos con todo esto no nos dimos cuenta que nos queda una semana), con la Copa del Mundo asegurada y, con la ayuda de nuestro nunca bien ponderado Ivamo, todo será más llevadero.
“Y.. vamo viendo” siempre nos evitó la molestia de tener que pensar en un plan para los días subsiguientes. Pero igual, tendremos que ‘ir viendo’ qué hacer por si esa alegría suprema tarda 36 años más en volver. A la anterior supimos estirarla pero nuestro pueblo es cada vez más impaciente. Para colmo Messi ya se nos está yendo. Para el próximo mundial estará jugando en canchita de 5 o al metegol (fulbito que le llaman ahora).
** Lo bien que hizo el mejor jugador de la historia al aproximarse un poco a la cultura maradoniana. Alguna puteada, alguna guarangada, en fin, algo tenía que decir para conquistar a ese segmento de futboleros, y ¡se hizo! El Leo sacó lo peor de sí y sin levantar mucho la voz le espetó a un franchute la palabra ‘bobo’. No le sale putear ¿viste?, pero tampoco tenía que haberle errado tanto. Para nosotros “el bobo” es el cuore, el de la zurda, el corazón. No sabemos si deliberadamente o no, le dijo ¿qué mirá corazón?
De repente es Navidad
** Vió que en nuestros pueblos chicos tenemos muchos conocidos, amigos y medio amigos para saludar al paso, con ciertas pautas culturales a cumplir; por ejemplo, si uno cree que no lo verá antes de enero, ya le pega el grito ¡¡Feliz año nuevo!!, y vuelve un gracias igualmente. En este marco, el que se quería divertir esta semana saludaba con un enfático ¡¡¡feliz navidad!!!, desorientando completamente al interlocutor, que en este caso sería un intersaludador.
** Con ellas eso mucho no pasaba, porque se estaban encargando de las provisiones y regalitos para esa fecha sin molestarlos a ellos, por temor a pincharles su mundo de fantasía celeste y blanca. No es que ellas no hayan disfrutado el Mundial y gritado a la par, solo que saben atender varios intereses a la vez. Pero los tipos (o sea yo, tú, vosotros y ellos) somos un poco monocanales, sobre todo cuando el fútbol quema. Por estos días estábamos en modo Scaloneta y, con tanta fiesta, ni nos percatamos de la cercanía de las fiestas tradicionales.
** Creo que algunos a los que les pegamos el grito ‘feliz navidad’, pelaron el celu ipso facto para llamar a casa…. “gorda, viste que va a ser navidad dentro de pocos días, ¿cómo no me avisaste?, ¿qué vamos a hacer?, ¿compraste un sedante para el Firulais?, imaginate que ahí nomás se nos termina el almanaque y yo todavía sin podar la parra!!!”…
Después los veías guardando el aparatito en el bolsillo y relajados. La casa ya estaba engalanada desde el 8 con todos los chirimbolos de ocasión, adornos en verde rojo y dorado, solo que los hombres en ese tiempo veíamos todo en celeste y blanco. Un grito, un saludo anticipado, puede devolvenos los colores.
Vuelve el perro a su casilla
** Todo vuelve a la normalidad en Bajamarca, pero algunas cosas habremos aprendido mientras nos hallábamos en ese limbo, como en un sopor.
(Del domingo al martes)
Y hoy el noble y el villano,
El prohombre y el gusano
Bailan y se dan la mano
Sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
A la sombra de un farol
Empapados en alcohol
Manoseando a una muchacha.
(Miércoles a la noche)
Y con la resaca a cuestas
Vuelve el pobre a su pobreza,
Vuelve el rico a su riqueza
Y el señor cura a sus misas.
Vamos bajando la cuesta…que arriba en mi calle… se acabó la fiesta.
** ¡FELIZ NOCHEBUENA, FELIZ NAVIDAD para cada alma que se asoma a las páginas de Paralelo 32 cada semana.