Con las agencias nuevamente frenadas, creen que hay algún ensañamiento con el turismo
Crespo.- En numerosos puntos del país se llevaron adelante protestas del sector de empresas turísticas por tiempo indeterminado, hasta tener una solución desde el gobierno nacional. Los bloqueos a terminales de ómnibus, como ocurrió en Santa Fe y Rosario la semana pasada, tras dos días y medio se levantaron temporalmente atentos a la promesa de asistir a las empresas con ayudas económicas, como exenciones tributarias o subsidios.
Guillermo Marrón, propietario con Natalia Martin de Coincidir Viajes, habló con Paralelo 32 sobre la difícil situación que atraviesa la denominada industria sin chimeneas en su conjunto, desde el inicio de la pandemia, y las restricciones que impone a las agencias de viaje el nuevo DNU presidencial conocido el 8 de abril. “Nos cortó un tour a las Cataratas, otro a Temaikén y estábamos listos por lanzar las propuestas para los feriados de mayo, junio y varias de abril”.
“El reclamo básico –dijo el entrevistado- es que los colectivos de línea siguen funcionando. El gobierno se agarró primero de los viajes al exterior, cuando volvieron los estudiantes contagiados y de los certificados covid-19 en teoría truchos. No cortó la salida al exterior, pero redujo las frecuencias aéreas. El caso más particular fue el de Copa Airlines que debió bajar a 2 salidas semanales las 10 que hacía desde Bs. As. Eso obligó cancelar todos los vuelos de abril y mayo y reubicar a los pasajeros. Junto a las exigencias de tres hisopados, uno al salir, otro al volver, el último a los 7 días y una cuarentena al volver, lo vemos como una forma de desalentar el turismo emisivo”.
Explicando lo del turismo emisivo, agrega que “hay un tema que se discute todo el tiempo con el gobierno y es que estos viajes generan salida de divisas, pero eso se compensa con los ingresos, porque el avión que sale, vuelve lleno. Es una discusión que tiene este gobierno con todo el sector del turismo, hay números y determinadas cuestiones, pero nunca se pudieron sentar y llegar a un acuerdo. Lo que se quiere es fomentar el turismo receptivo y a nivel interno”, -opinó.
– ¿Con las restricciones, qué puede hacer el sector turístico?
– Con el decreto nuevo se prohibió el turismo local en colectivo, que era el que más estaba saliendo, viajes en bus a Merlo, Mendoza, Carlos Paz, entre los diversos destinos. En contraposición, la línea regular sigue circulando con los mismos protocolos que tenían los colectivos que trasladaban contingentes turísticos. Ante esta prohibición surge el reclamo de que se nos deje trabajar o que el gobierno asista al sector. Se unieron dueños de las flotas de colectivos que alquilaban a las agencias de viajes, guías de turismo, agencias de viaje y la larga cadena de prestadores turísticos.
Se entiende perfectamente la parte de la salud, pero si realmente vale la pena cortar al turismo y no dejarlo trabajar con protocolos, que el gobierno lo asista, de hecho que no se quiere la asistencia, pero es un paliativo.
El entrevistado señaló que desde el rubro se cree que hay algún ensañamiento con el turismo. ”El turismo no contagia –sostuvo-. De toda la gente que salió con nuestra agencia, nadie volvió contagiado, hubo gente de Crespo, Paraná y Santa Fe. Seis parejas viajaron a Cancún y volvieron bien. Lo que tiene el tour en colectivo es que el protocolo se respeta a rajatablas. Alcohol, barbijo, toma de temperatura al subir, y la gente es respetuosa, no anda trasgrediendo”.
Oxígeno
Después de más de ocho meses de inactividad el turismo había empezado a tomar oxígeno con el programa Previaje, que el gobierno lazó en octubre y que por cuestiones operativas se puso efectivamente en marcha a mediados de noviembre, una vez que estuvieron listos los protocolos y las provincias emitieron los decretos para abrir el turismo. “Por este motivo quedó gran parte de la partida presupuestaria sin aprovecharse” -comentó el entrevistado.
“La gente no pierde las ganas de viajar, y aunque no fue como la temporada anterior, sirvió para mover la estructura y poder pagar los costos de internet, alquiler, licencias de software, posnet y el que tiene empleados, para retenerlos, aun pagando del bolsillo todos los impuestos”. En este sentido indicó que “sólo hubo una exención de ingresos brutos en Entre Ríos, durante tres meses el año pasado, y la Tasa de Higiene del municipio, que no era mucho. La intención estuvo, pero no alcanzó. A nivel nacional estuvo la ayuda del ATP algunos meses, y una para autónomos y monotributistas de 30 mil pesos, un pago único que no alcanzó para nada”. Marrón señaló que la movida turística de verano fue relativamente buena y alentaba esperanzas de seguir mejorando, cuando nuevamente volvieron las restricciones.