Cómo fortalecer el sistema inmunológico frente al SARS-CoV-2
Crespo (Por Nora de Sosa).
Fortalecer el sistema inmunológico ante la pandemia por el SARS-CoV-2 que produce la covid-19, es una de las cuestiones que se promueven junto a las medidas de higiene, uso de tapabocas y distanciamiento social, en tanto no hay vacuna, ni tratamientos antivirales eficaces para abordar este virus. Pero en medio de las explicaciones de los especialistas sobre cómo lograr que el sistema inmune actúe adecuadamente, reconozca los antígenos y pueda formar los anticuerpos para una situación más beneficiosa en la lucha contra el coronavirus, aparecen recetas mágicas y no faltan quienes creen en este tipo prácticas que no tienen sustento científico. En las últimas semanas cobraron nuevo impulso las recomendaciones del uso del dióxido de cloro como una solución mineral milagrosa con la que se promete la cura de enfermedades tan diversas como cáncer, HIV, malaria, esclerosis y artrosis, incluido el coronavirus.
El caso más resonante fue el de la conductora del programa televisivo el programa “Nada Personal”, Viviana Canosa, quien ingirió el supuesto preparado en cámara de una botella sin rótulo, generando la reacción y advertencia de los organismos internacionales de salud. La propia ANMAT y la Sociedad Argentina de Pediatría, luego de conocerse el caso del niño que falleció a consecuencia de la ingesta de dióxido de cloro en Neuquén, también explicaron la peligrosidad del producto, que además no cuenta con estudios que demuestren su eficacia.
El farmacéutico Jaime Dubner, propietario de Fitofarmun emprendimiento dedicado a producir productos fitoterápicos y quien además promueve las formas de medicina y farmacopea alternativas a la ciencia médica occidental, habló con Paralelo 32 sobre el consumo de dióxido de cloro, hoy además fomentado a través de las redes sociales y medios digitales, para el tratamiento de la covid-19 y otras enfermedades. Dubner señala que “fisicoquímicamente hablando, el dióxido de cloro es un gas que se forma a través de una reacción química de clorito de sodio más un ácido que puede ser cítrico o clorhídrico. Eso se hace en el momento y se obtiene una suspensión que tiene un tiempo de vida útil. Viene de la familia del hipoclorito de sodio que se usa para desinfectar, agregar en las piscinas y como potabilizador del agua”.
¿Cómo actúa? El profesional indica que “este desinfectante muy potente, altamente oxidante, rompe la estructura de los microorganismos. Si lo trasladamos a la parte médica –sostiene- sería como un potente antibiótico, lo que hace que ante el consumo de un oxidante en cantidades mínimas el cuerpo potencie su acción antioxidante. Teniendo ese concepto –agrega- particularizando la situación de la persona, el tratamiento y bajo estricto seguimiento y consensuado con un profesional y la persona, se podría llegar a utilizar en casos muy específicos”.
“¿Qué sucede ahora?” –plantea el farmacéutico. Y responde que “no es algo para hacer en la casa y no es algo para que cualquiera tome, porque perdemos la particularidad, que es lo que está sucediendo con todas estas cosas. Si partimos del concepto de dónde viene, que es un desinfectante que se utiliza para potabilizar el agua, no está totalmente probado de la manera y la forma que nos quieren hacer ver que funciona. No es literalmente inocuo. El tema es quién, cómo, dónde y de qué manera lo consume”.
Dubner sostiene que para reforzar el sistema inmunológico hay otro tipo de herramientas como puede ser la ozonoterapia y especialmente los productos naturales como la vitamina C, moringa, magnesio, capsulas de ajo en determinadas concentraciones. “Cosas que están probadas”- afirma.
“Acá –remarca- nos olvidamos de una parte fundamental, que es la emocional. El sistema inmune está muy relacionado con la parte emocional y estamos viendo cosas, como que no podemos salir de esa figura mesiánica de que esto es para todos. También hay que ver si la persona descansa lo suficiente, la actividad física, si se alimenta bien, cómo están sus relaciones”.
“Hay que contextualizar e individualizar –opina-, porque no todo sirve para todos. Es lo que fomentamos con la fitoterapia, por eso tenemos una variedad de cosas para ofrecer. Tenemos la plata coloidal; el propóleos que es totalmente natural, viene de las abejas, es un antibiótico muy fuerte y anda muy bien; la esencia de eucaliptus que es antiséptica, antivírica; el lapacho, por ejemplo. Entonces eso queda totalmente solapado de alguien que lo está tomando en algún lado y le sirvió, ¿pero en qué contexto? En el mismo contexto de una persona que fallece con o por covid. El concepto cambia totalmente”.
“La uña de gato, el jengibre, andan muy bien para el sistema inmune” –acota como alternativas totalmente naturales de fortalecer el organismo.