Arte político para mostrar el flagelo de la zanja Los Mangrullos
Victoria.- La joven Rebeca Soledad Báez logró su tan ansiado título de Profesora de Artes Visuales, que entrega la escuela Raúl Trucco, con un coloquio donde puso en evidencia los problemas que sufren quienes viven a la vera de la llamada Zanja de Los Mangrullos.
El título “Con los pies en la Tierra” es parte de esta presentación de tres pinturas ilustrativas de ese contexto, ante las cátedras de Producciones Artísticas Contemporáneas de la profesora Marisa Núñez, y del Taller de Escultura, a cargo de la Prof. Diana Campos.
Esas tres imágenes también referencian lo que ocurre los días de lluvia con ese lugar, “en los días de tormenta, la calle se transforma en un río”, más los problemas asociados a la acumulación de basura, que “es parte del paisaje y la vida cotidiana de los vecinos” del Quinto Cuartel, donde ella vive desde hace más de una década. Además, como toda madre, teme por esa “fuerza del agua, que arrastra todo lo que encuentra en su camino”, y por lo que pueda pasarle a cualquier niño que juegue ocasionalmente en esas circunstancias.
Paralelo 32 tuvo posibilidad de dialogar con Rebeca sobre este arte político que se asoma a la realidad más próxima, que está frente a su casa, literalmente, y sobre cómo la formación académica le ayudó a traducir en esta experiencia en una denuncia social, un reclamo de igualdad, un clamor de escucha ante tanta promesa incumplida y que, lejos de anclarla a los claustros académicos, la presentó ante los vecinos, públicamente.
“Fue un coloquio final abierto a la comunidad, que articuló dos espacios curriculares en una esquina centenaria del Quinto Cuartel como es la confluencia de calles Los Vascos e Intendente Félix Cudini, donde además funciona el Centro Cultural Juri”, comenzó diciendo la entrevistada.
Añadió que las tres obras de grandes dimensiones (60 x 80) están pensadas desde la técnica del collage, “y reflejan no solamente mi trayecto personal en estos cuatro años del profesorado, con el arte en sí, y además mi realidad, mi territorio”.
Báez sostiene que en estos más de 14 años que vive en el Quinto Cuartel junto a su pareja y dos hijas (tiene una pequeña de 7 meses), le han hecho sentirse interpelada por este lugar, donde “muchas veces he escuchado promesas políticas pero no sucede absolutamente nada. Por eso decidí llevar a las obras este reclamo que también es de todos los vecinos”.
En este contexto volvió sobre los epígrafes que puso a cada obra, ampliando sus afirmaciones: “Los días de lluvia y/o tormenta, la calle frente a mi casa se transforma en un río, mientras a su paso el agua arrastra basura de la que todos somos responsables, y que van a parar al riacho. Además, muchos vecinos quedamos aislados por esta zanja que atraviesa todo el territorio”.
Ya en reiteradas oportunidades Paralelo 32 concurrió a ese lugar para dialogar con vecinos, que al igual que Rebeca viven a la vera del problema. Algunos incluso ven cómo se desmoronan sus límites a la calle, e incluso sufren el ingreso del agua a sus viviendas. Ahora esta manifestación artística lo vuelve tangible desde otro lugar. “El objetivo de este proyecto no es solamente generar un impacto en aquellos políticos que evidentemente no caminaron estas calles, ni sienten como nosotros esta problemática, sino además concientizar a la población de la responsabilidad que todos tenemos frente a la generación de residuos, y su deposición final”.
A quién quera oír y ver…
El coloquio también aprovechó las bondades de los entornos multimediales para transmitirse en vivo, hecho que tuvo gran repercusión además, pero más allá del impacto mediático, Rebeca aclaró: “no pertenezco a ningún partido político, mi bandera es la de una ciudadana que conoce esta realidad, la sufre, piensa en sus hijas y el futuro de estas nuevas generaciones”.
En todo este tiempo allí, nuestra interlocutora advierte que la zanja se profundiza más, tomando más porción de tierra a esa calle, “y cada vez notamos que se tira más basura también”.
La sorpresa y agradecimiento hacia los vecinos está presente en esta nota que nos concedió la flamante Profesora de Artes, “muchas veces cuando se nos invita a participar de estas cosas, nos quedamos con el voy a ir, y no pasa. Sin embargo, y pese a la calurosa tarde que nos hizo, tuve el acompañamiento de muchos vecinos, mi familia, gente que no conocía del lugar, docentes colegas, porque ya estoy trabajando en este rol, y francamente me sorprendí en ese sentido, y con la repercusión en las redes sociales. Va mi gratificación a todos, porque el tiempo está pasando y vemos que no se hace absolutamente nada para encontrar una solución”.
En tiempos de promesas, como el que nos atraviesa, seguramente aparezcan aquellos que alguna vez dijeron ¡sí! a intentar resolver este cruento panorama, que genera incertidumbre ante oscuras noches de tormenta, pero que no se disipa con el sol de la mañana. Vaya desafío para esos artífices del discurso, que hoy además de las palabras se enfrentan a la más enfática encrucijada del arte.