En Libertador San Martín se brindó una capacitación sobre accesibilidad
El martes 22 de noviembre en el Salón Circular de la Terminal, se llevó a cabo el Taller Motivacional de Accesibilidad, dirigido a prestadores de servicios de salud, educativo, gastronómico, de alojamientos, arquitectos, constructores e inversores; con el fin de planificar espacios que sean accesibles, inclusivos y equitativos a todos.
Dicho taller fue dictado por la Psicopedagoga María Eugenia Usandizaga y la Profesora Vilma Bertolini, pertenecientes a la Subsecretaria de Capacitación y Calidad del Ministerio de Turismo del Gobierno de Entre Ríos, contando con el auspicio y organización de la Municipalidad de Libertador San Martín.
En dialogo con la prensa, Bertolini especificó algunos aspectos de relevancia analizados con los que asistieron al taller, mencionando que si bien es importante pensar en el turismo accesible, también se debe pensar en los residentes de la ciudad, tras lo cual puntualizó que “Se calcula que de cuatro familias, una tiene un miembro de su familia con discapacidad”.
La actividad está pensada para brindar normas, herramientas, y directrices a quienes brindan servicios turísticos, no siendo obligatoria de aplicación, sino que queda a voluntad del prestador de servicios, el querer adoptarlo. Las profesionales enfatizaron la necesidad de un diseño universal en la comuna, lo cual significa “proyectar desde los planos los lugares accesibles en edificios, plazas, espacios públicos, calles, así no se tiene que romper después”, esto teniendo en cuenta que “las personas de la tercera edad muchas veces no pueden acceder a al edificio de un municipio, a un banco, a un cajero, a un supermercado o comedor, por los escalones, debiendo ser ayudados por personas que estén en el lugar, y no sólo le sucede a turistas sino también a residentes”.
Bertolini mencionó también que donde hay escaleras se cuente con rampa o sistema mecánico, que permita a la persona con discapacidad llegar hasta el ingreso. Que las puertas contemplen más de 0,80 cm por el paso de las sillas de ruedas; y la disposición en el uso del espacio de los mobiliarios en los sectores gastronómicos, y los espacios en sanitarios y duchas de los lugares de alojamiento.
Reconoció que el escollo mayor para personas con discapacidad se da en los transportes, personas obesas que a veces tienen que pagar doble butaca por ser muy pequeñas; o en los remises y taxis con GNC, que no tienen espacios en el baúl para colocar la silla de ruedas.
Finalmente a modo de reflexión, Bertolíni dijo: “Necesitamos sumar voluntades. Me alienta y me esperanza saber que todos como personas tenemos derechos, entonces, que bueno si empezamos a respetar los derechos de las personas con discapacidad, los de la Tercera Edad, de las embarazadas, de los obesos y de los niños e integrarlos en todos los ámbitos”.
Respecto al taller expresó que “Me hubiese gustado tener mucho más cantidad de prestadores de servicios, sobre todo porque la villa es reconocida a nivel nacional por las instituciones, como un lugar de turismo”.