Vivía en condiciones de extrema precariedad, ahora se encuentra en una residencia geriátrica gracias al accionar de vecinos y autoridades municipales
Victoria.- En los últimos meses el caso de María Luisa Acosta –su verdadero nombre-, una viejita que pasó la barrera de los 80 conocida por ‘Delfi’, ganó las redes sociales y movilizó a vecinos y autoridades de Victoria que fueron conmovidos por la durísima realidad que estaba atravesando, sin siquiera darse cuenta de esto ella misma.
El interés por modificar el cuadro de vulnerabilidad y abandono, -en parte- fue gracias a que el caso tomó trascendencia a través de publicaciones en facebook realizadas por Martín Vivanco, militante social que encarna el proyecto ‘Hombre de la calle’ y destaca vivencias, hechos y personajes su de su barrio y habla de las alegrías y tristezas de quienes no gozan de los placeres de la abundancia material.
En sus publicaciones Vivanco dejaba testimonios de sus visitas a Delfi a través de fotos y videos donde se los podía ver cantando, rezando o contando anécdotas que surgían de manera espontánea, con la naturalidad y el humor que ambos ponían al encuentro, a pesar de las circunstancias y de un contexto poco alentador, asomaba la sonrisa surgida por la valoración de una felicidad lejos de los alcances de la abundancia.
A los pedidos de ayuda hechos por Vivanco y otras personas -que en forma anónima intentaron lo suyo-, se sumó la preocupación del titular del área de desarrollo social de la municipalidad, Carlos Schultheis, que materializó la ayuda gestionando alternativas que finalmente condujeron a conseguir un lugar en la residencia Edad de Plata, que alberga a personas mayores y discapacitados que en ese momento -10 de mayo- contaba con un cupo disponible.
Schultheis, contó a Paralelo 32 que tuvieron la suerte de poder contar con la disponibilidad de cama; dijo que el caso tomó trascendencia en los medios en este último tiempo pero que se venía buscando una alternativa que pudiera dar respuesta para resguardar la salud “y brindar posibilidades de vida digna a Delfi, que por suerte pudo lograr, porque ahora está bien, está muy bien cuidada y acompañada por la gente que hizo todo tipo de intentos para que estuviera mejor, se está adaptando bien, al principio costó porque ella decía que tenía que volver a lo que llamaba su casa, pero fue entendiendo que donde estaba era lo mejor que le podía pasar”, aseguró el funcionario, que personalmente se encargó del tema y que también se ocupa del seguimiento del caso.
En tanto que Rosa María Ramírez, encargada de la Residencia Edad de Plata -lugar que se sostiene gracias al aporte de la comunidad y el trabajo y compromiso de una comisión directiva- dijo que Delfi se encuentra en una etapa de adaptación, que por lo general los viejitos reconocen sus limitaciones y de las precarias condiciones en las que pueden estar viviendo, pero suele suceder que se niegan a dejar sus lugares, “ahora ella está bien, se alimenta, está higienizada, fue entendiendo que su nuevo lugar responde a mejores condiciones de cuidados de su salud y a una contención que no tenía”, precisó Rosa y valoró el costado solidario de todas aquellas personas que se ocuparon de acompañarla en los últimos tiempos, como en el caso de Martín Vivanco y Carlos Schultheis, que siguen en contacto con la institución y visitando a Delfi, que dejó atrás el abandono y esa soledad rara con la que a veces nos enfrenta el destino, las circunstancias o el paso del tiempo.