Preocupación por ordenanza que permite a menores ingresar a boliches
Victoria.- El addictus, según el derecho romano arcaico, era el deudor insolvente atribuido a su acreedor mediante la asignación del juez. La Real Academia Española, por su parte, explica que la palabra ‘adicto’ deriva, justamente, de addicuts (‘comprometido’, ‘sujeto, obligado’). En la actualidad la adicción significa la dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico.
En nuestra ciudad es sabido que el consumo de alcohol y otras sustancias se da a temprana edad. Red por la Vida es una organización que ha realizado encuestas y se ha encargado de ayudar en esta materia desde 2009.
También, en 2011, Red por la Vida realizó otra encuesta a adolescentes y jóvenes, de entre 12 y 18 años, de las escuelas secundarias de ciudad y campaña con el objetivo de encarar acciones sobre la base de una investigación cuantitativa y cualitativa, y en búsqueda de esclarecer las razones del consumo de sustancias adictivas, los factores de riesgos, la edad de inicio de la ingesta, el número de jóvenes que declaran consumir y cuán dependientes son. En la actualidad, este grupo de personas continúa su labor.
El miércoles 15 de agosto se había aprobado, por mayoría, en el Concejo Deliberante una ordenanza que permite el acceso a locales con actividad bailable a partir de los 16 años. Los ediles que estuvieron en desacuerdo con esta norma fueron Miguel Albornoz (Cambiemos), Anahí Español (Cambiemos Vecinos) y Laura Caballero (Cambiemos). En aquel entonces, Albornoz había criticado: “No encuentro de qué forma se va a tratar de controlar que dentro de estos boliches los menores no tengan acceso a las bebidas alcohólicas”.
En este marco, Cecilia Uranga y Marta Ferreyra (de Red por la Vida), y el médico Federico Picchi (responsable del servicio de adolescencia del hospital) hablaron con Paralelo 32 preocupados por esta situación. El diálogo se extendió por más de una hora y los entrevistados se mostraron disconformes por la ordenanza y su desarrollo, y propusieron otra solución al ingreso de menores a los boliches: generar un horario especial para la asistencia de menores de 18 años sin venta de bebidas alcohólicas.
“Esta ordenanza expone al menor al riesgo. El riesgo de que el chico tome contacto con la sustancia que le puede hacer mal, ya sea cigarrillo, alcohol, etc. Esto es exponer a una persona que, madurativamente, no tiene el desarrollo necesario para protegerse, inhibirse y autocontrolarse”, comenzó Picchi. Luego, sostuvo que los ediles habían tratado el tema de forma improvisada y acotó: “Los están exponiendo a un contexto de suma vulnerabilidad”.
Sumado a esto, explicó que la intervención más importante que se pude tener en un adolescente al respecto es tratar de “controlar el contexto”. Por otro lado, dijo que no tiene un gran impacto el hacerles conocer qué les puede pasar si consumen alcohol. “El oyente te escucha, te entiende, comprende y muchas veces mejor que todos los adultos. Pero madurativamente no puede tomar la decisión de hacerlo o no hacerlo porque el circuito de recompensa, que está en un área del cerebro, lo tiene sumamente desarrollado (mucho más que nosotros, porque ya pasamos por esa etapa), pero el circuito que controla la decisión a tomar o no, es decir el autocontrol, está en otra parte del cerebro que todavía no maduró”, describió.
Este año se abrió el servicio de adolescencia en el hospital Salaberry. El responsable de éste es Picchi, pero además está compuesto por un ginecólogo, un psicólogo, un nutricionista y una médica clínica. “Vemos que no se está controlando el contexto. Esta norma que expone a los chicos de 16 años me parece que no nos ayuda”, remarcó.
A su vez, Uranga dijo: “Nunca se gestionó para que haya un horario en el que puedan ir los menores. Todos los padres estamos de acuerdo en que los menores bailen y se diviertan, pero que lo hagan en horarios donde sólo haya menores. Ahora están mezclados con gente adulta”. Incluso, agregó que, cuando se trató la ordenanza en cuestión, los ediles no le consultaron a Red por la Vida. Cabe agregar que tampoco consultaron a Picchi, como responsable del servicio de adolescencia.
El alcohol y los jóvenes
Picchi aportó varios datos. “Las bebidas alcohólicas son sustancias psicoactivas que tienen la propiedad de generar cambios en nuestro organismo tales como modificar el ánimo, la memoria, el pensamiento, las sensaciones y la voluntad”, definió. Asimismo, aportó que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 muertes en adolescentes la produce el alcohol, 7 de cada 10 adolescentes de nivel medio ya probaron alcohol, y 6 de cada 10 lo han hecho en el último mes.
Seguidamente, el médico hizo hincapié en que la intoxicación alcohólica aguda no solo produce daños en el individuo como cirrosis hepática, riesgo de padecer cáncer de lengua, boca, esófago, mama y colon, daño cerebral, hipertensión arterial, afecciones cardíacas, gastritis, sino también constituye una problemática de Alto impacto Sanitario. Sobre esto último hay que tener en cuenta los accidentes de tránsito, las lesiones por armas de fuego y armas blanca, la violencia familiar e incidentes en la vía pública, las relaciones sexuales de riesgo y las tentativas de suicidio.
—¿Cuál es la responsabilidad social que se puede asumir?
— Aconsejar a padres y adultos responsables a no ser cómplices del consumo excesivo de alcohol de los jóvenes en las ‘previas’. Por ejemplo, los adultos pueden estar presentes en ese momento aportando comida, hablando con los jóvenes y no dejándolos solos. Además, es fundamental el compromiso de los comerciantes a no vender alcohol a menores de edad. En resumen, informar en función de lograr comprometer a toda la comunidad a trabajar juntos para concientizar sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol tanto para los jóvenes como para los adultos. Así como no se puede conducir un vehículo antes de los 18 años, no se pueden usar redes sociales antes de los 13, no se puede tomar bebidas alcohólicas antes de los 18 años.
En otro orden, Picchi remarcó la importancia de trabajar organizadamente para prevenir el consumo de alcohol en los jóvenes. De esta forma, indicó que es de suma importancia que, por ejemplo, los padres de determinado curso de una escuela se pongan de acuerdo y se reúnan para conversar en conjunto que sus hijos no consuman alcohol. También, destacó la importancia que tienen los clubes para contener a los chicos.
Promoción de un crecimiento saludable
A continuación, el responsable del servicio de adolescencia del hospital mencionó algunos consejos para que las familias tengan en cuenta a la hora de evitar que sus hijos caigan en la adicción al alcohol. Estos son:
- Inculcarle valores desde niños.
- Ocupar el rol del adulto responsable.
- Proponer una relación asimétrica.
- Generar vínculo en el que haya diálogo.
- Fomentar su seguridad y madurez.
Finalmente, tanto Uranga como Ferreyra dieron detalles de esta lucha sostenida en el tiempo. Sobre esto, lamentaron que a veces sienten que los políticos no las escuchan. Cabe destacar que esta charla se dio a partir de la preocupación de estas miembros de Red por la Vida y por su compromiso con el combate contra las adicciones.
La ordenanza
De las palabras de Picchi se deducen principalmente dos cuestiones progresivas: a) los menores de 18 años no están capacitados madurativamente para tomar la decisión de consumir alcohol, y, por lo tanto, b) si no se regula el contexto, la mera información de los daños a la salud que produce el alcohol no sirve. Claramente la ordenanza actual no regula el contexto, pues deja ingresar a los menores a un mundo donde el alcohol circulará de mano en mano.
El artículo dos de la mencionada norma establece: “Establézcase que, en cumplimiento de la Ley 24.788, el expendio de bebidas alcohólicas a jóvenes de dieciocho (18) años o más de edad, en Locales con actividad bailable (CATEGORÍA «C»), se efectuará exclusivamente a quienes posean una pulsera inviolable”. Puede el lector detenerse en esto último: “Pulsera inviolable”. ¿Qué es una pulsera inviolable? La ordenanza no lo define.
Picchi, Uranga y Ferreyra coincidieron en que la ordenanza fue aprobada muy rápidamente teniendo en cuenta el sensible tópico que aborda. A lo largo de la entrevista subrayaron que es necesario trabajar en conjunto para que los menores no caigan ante los excesos.