Marihuana como medicina
El proyecto de ley sobre la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis (marihuana) y de sus derivados para el tratamiento de enfermedades como la epilepsia o el Alzheimer, fue aprobado el miércoles 29 de marzo por la Cámara de Senadores por unanimidad y sin debate.
La nueva ley establece un marco regulatorio de la planta de cannabis, para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor; crea un programa nacional para el estudio y la investigación de su uso.
El Ministerio de Salud debe garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios, vía importación o vía producción por parte del Estado nacional, y se autoriza el cultivo de plantas de marihuana al Conicet y al INTA. Su cultivo sigue siendo prohibido para los ciudadanos.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) permitirá la importación de aceite de cannabis, cuya provisión será gratuita para quienes estén incorporados al programa a través de un registro nacional.
Silvia Kochen, directora del Laboratorio de Neurociencia e investigadora del Conicet, señaló: “Lo que estamos observando, con las limitaciones importantes que tenemos, es que de un 45% a un 50% de los pacientes que está usando cannabis, responde al cannabis y esto significa que disminuyen la frecuencia de las crisis. Los efectos adversos son mínimos y se revierten cuando la sustancia se deja de usar. Damos apoyo a que sea legal”.
Para los promotores, la ley evitará la persecución de personas que usan el cannabis como medicamento. Desiree Macrini, de la agrupación Cadecam de usuarios medicinales, y Valeria Salech, de Mamá Cultiva, habían coincidido en reclamar que cesen las persecuciones y destacaron el caso de Adriana Funaro, quien sufre de prisión domiciliaria tras un allanamiento donde la Policía le secuestró sus plantas y sus aceites. Es una cultivadora que preparaba aceites para tratar su artrosis, y también cultivaba de forma solidaria para chiquitos enfermos en Ezeiza.