Desde la Delegación Crespo de PAMI explicaron los mecanismos para dar o quitar bolsones y subsidios
Crespo.- La Delegación Crespo de PAMI sigue actualizando la lista de jubilados y pensionados nacionales, beneficiarios de bolsones de alimentos. En las últimas semanas hubo novedades al respecto y para aclarar cómo se realizan las altas y bajas en este beneficio, Paralelo 32 entrevistó a la responsable de la delegación local, Mercedes Domínguez, y la trabajadora social Laura Demartin, profesional que participa en la elaboración de los informes sobre cada afiliado. En Crespo hay unos 4 mil jubilados nacionales, a los que se suma la atención de pasivos de localidades y aldeas de toda la región.
Baja de bolsones
Demartín recordó que el año pasado ya se informó sobre los mecanismos para decidir la baja de bolsones. “Desde entonces se inició un proceso de evaluación sobre la situación de cada beneficiario, para ver si cumplían los requisitos que fija nuestra normativa. La cuestión se volvió a retomar este año, ya que en PAMI ahora podemos hacer un cruce de datos para saber la situación social de la gente”. Pero aclaró que “no hay una quita de bolsones cuando la situación del beneficiario lo amerita, por ejemplo, si la persona no encuadra dentro de la normativa estrictamente, pero vemos que las realidades sociales no están acorde a lo que nos permite el Instituto”.
Domínguez agregó que “si hay una persona, como hemos detectado, que va a renovar un subsidio especial por medicamento y el sistema informático la bloquea porque tienen más de una propiedad, un vehículo 0 km o una embarcación, como nos ha pasado, obviamente que si damos de baja el subsidio social y vemos que también tiene el bolsón, consideramos que esa persona tampoco reúne los requisitos para el bolsón. Cuando retiran el bolsón se les informa que deberán recibir a la asistente social para que vea su situación económica. A nadie se le ha retirado el bolsón sin ver su situación en particular. Lo que hacemos es un control sobre una normativa que existe desde hace más de 20 años. No hay ninguna normativa nueva que nos diga a quién debemos otorgarle el bolsón. Se cumple con lo ya vigente”.
Informatización
Ambas entrevistadas destacaron que ahora, con nuevas tecnologías informáticas, al ingresar en la computadora un beneficiario, surge su situación patrimonial y económica completa por cruces con AFIP, Anses, Registro de la Propiedad y otras oficinas públicas. El sistema indica si esa persona cumple los requisitos para obtener determinado beneficio como un subsidio, el bolsón de alimentos o cobertura adicional sobre medicamentos. Aún si no cumple los requisitos, igual se estudia cada caso por si existe algún elemento que empeore su situación personal o familiar y exija incluirlos en el padrón de beneficiarios.
Domínguez comentó: “Si bien el año pasado no estaba el cruce informático, hubo personas que se quejaron porque se les entregaba el bolsón a beneficiarios que no tenían necesidad de recibirlo. Dije en el Centro de Jubilados que me molesta que un afiliado llegue llorando porque le han dicho que ‘con la edad que tiene tendría que ir a trabajar’. Dije que cuando otorgamos un bolsón desde mi gestión, lo hacemos a conciencia de que estamos cubriendo necesidades básicas de alguien que lo necesita. Si no, no lo vamos a otorgar. Hay un beneficiario, el nombre no viene al caso, que está pasando por una situación terrible de salud, yo no quisiera estar en el cuero de su familia. Y es tristísimo que le digan ‘salga a laburar’, sin saber qué problema tiene. No voy a permitir que, cuando alguien va a buscar un bolsón, lo denigren sin conocer su situación. Puede haber una persona que no puede trabajar porque debe cuidar a un familiar que está postrado, que no se levanta ni para ir al baño, que tiene a sus familiares turnándose para atenderlo permanentemente. ¿Cómo no le vamos a dar un cuidador o una asistencia? Hay situaciones en las cuales PAMI se está ocupando en forma personal”.
Demartin agregó: “Detrás de una enfermedad está todo lo que significan las redes de contención que se deben desplegar. El mundo ha cambiado tanto que las mujeres están plegadas al mundo del trabajo; el rol en la casa ahora no lo pueden hacer y eso exige dar respuestas desde PAMI cuando no hay posibilidades en la familia”.
Temas presupuestarios
– Alguna vez les pidieron sus jefes ‘cuiden la plata porque tenemos problemas presupuestarios’
— Domínguez: Jamás. Le puedo asegurar, desde que asumí, que la única directiva o criterio que me dieron es que todos los recursos vayan a la gente que los necesita. No queremos que los recursos sean asignados a quienes no los necesitan. Por eso es el control en el sistema informático de subsidios sociales. No puedo ir a Miami de vacaciones, tener cuatro hijos médicos, y pedir una cuidadora.
– ¿Hubo modificaciones desde el cambio de gobierno en diciembre de 2015?
— Domínguez: Para mí, la principal mejora y muy positiva, es el sistema de controles informatizado, porque antes no teníamos como controlar las declaraciones juradas. Ahora, en la computadora ponemos el número de afiliado y salta su situación, porque el programa que aplicamos revisa la situación ante AFIP, Anses y otras dependencias. Salta si tiene requisitos que le impiden recibir un beneficio, por ejemplo, si es poseedor de vehículos, si tiene más de una propiedad, una lancha, sus ingresos. La normativa que estamos aplicando es la misma que tuvimos en los últimos 20 años, pero ahora hay más controles.
Análisis personalizado
Las entrevistadas señalaron que además de los controles informáticos, desde PAMI se analizan otras cuestiones personales que podrían definir que la persona reciba un beneficio determinado. “Hay tres instancias de informes y controles, el área de asistente social, la auditoría médica y al final, el director de PAMI – Paraná da el visto bueno final a cada caso en particular”, señaló Demartín.
“Las resoluciones a partir del ingreso de cada caso, se resuelven en una semana o menos. Me pasó la semana pasada, lo que mandé el lunes el jueves ya estaba autorizado”, comentó Domínguez.
Finalmente, subrayaron que las resoluciones nunca son definitivas. “Cuando, por alguna circunstancia, cambia la situación de la persona, se puede volver a otorgar determinada cobertura si vemos que realmente la necesita”, destacó Demartin.