De mi Tierra, lo más destacado de Entre Ríos en Laborde
Crespo- En la noche del sábado 14 se conocieron los ganadores, entre numerosos finalistas de los distintos rubros de actuación del 50ª Festival Nacional del Malambo, donde las 23 provincias del país participan con sus representantes. El jurado consagró subcampeón como conjunto de danzas a la Compañía “De mi Tierra” integrada por ocho bailarines de la agrupación crespenses Identidad de mi Tierra, con sus profesores incluidos e igual cantidad de bailarines de una agrupación folclórica de San Benito.
Así se convirtieron en el segundo conjunto de danzas del país, interpretando un tanguito montielero, autóctono la provincia, ambientando en los años 1920, en el que se considera el festival folclórico más importante de la Argentina.
De mi Tierra actuó el 9 de enero y tras conocerse su clasificación como finalista, subió nuevamente al escenario el sábado a la noche, donde el jurado determinó ganador al conjunto de danzas representativo de Buenos Aires, segundos quedaron los entrerrianos, tercero fue Chubut y Córdoba obtuvo mención especial.
Los intérpretes de la danza fueron: Emiliano Farías y Daiana Alba, Gastón Steinle y Candela Arce, Franco Zaragoza y Eliana Zapata, junto a sus profesores Sebastián Fiant y Cecilia Miño de “Identidad de mi Tierra” de Crespo y otras cuatro parejas de “Presagios de mi Tierra” de San Benito: Tamara Ibarra, Iván Ledesma, Celeste Jacobi, Ayrton Martínez, Rodrigo Rosenbrock, Huerto Pakuszynski, Tomas Paez y la profesora Natividad Aldana; director: Nicolás Elemberger.
El Tanguito Montielero es también conocido como “rastro de leña”, “tanguito liso”, “música de abajo de los carros”, “tanguito costero”, entre tantas otras formas de nombrarlo. Es uno de los géneros musicales celosamente guardado y poco difundido. Hace algunos años se empezó su revalorización a través de un grupo de prestigiosos músicos, escritores, investigadores, bailarines y periodistas que salieron a contar no sólo que el ritmo existe y aún se guarda en los recuerdos de los mayores, sino que es necesario desempolvarlo para difundirlo entre las nuevas generaciones. Precisamente así lo entendieron los bailarines “De mi tierra” y no dudaron en llevarlo a una gran vidriera del folclore nacional.