De jugar descalza con sus hermanos a brillar en el fútbol profesional
Nogoyá.- En una nota publicada por Página12, Sole Jaimes, la mujer maravilla del fútbol femenino y que actualmente la rompe en la selección Argentina contó la historia de cómo llego a ser la futbolista que es hoy.
“Sus hermanos la sufrieron desde chica tirando gambetas en el parque y hoy lo hacen las defensoras con las que se enfrenta; la entrerriana que brilló en la tierra de la brasileña Marta, admira a Juan Román Riquelme y lucha por tener un mayor apoyo para la Selección Argentina”, encabeza el texto.
Además cuenta: “Soledad Jaimes fue la primera mujer en obtener la Bola de Plata, un premio que se entrega desde 1970 en el fútbol brasileño y que ganaron jugadores de renombre mundial como Zico, Rogerio Ceni, Ronaldinho y Neymar, entre otros”.
“En Brasil logró lo que no iba a poder en la Argentina: jugar al fútbol y dedicarse plenamente al deporte en el que podía destacarse. La delantera fue transferida este año al Dalian Quanjian de China, pero no logra disfrutarlo plenamente y es que sus compañeras del Seleccionado Argentino no corren con su misma fortuna”, expresa al describir la realidad del fútbol femenino.
“El fútbol femenino en Argentina está quedado. No les dan bola a las chicas y ellas precisan que cambie el fútbol, necesitan una ayuda. Nos juntamos siete días antes de la Copa América, pero equipos como Brasil ya contaban con una larga preparación. Me parte el corazón venir a mí país y vivir cosas increíbles. Usar ropa que ya usaron cincuenta mil chicas, que está quemada, que ya tiene olor cuando te lo ponés, decís estoy en la Selección Argentina, eso duele”, contó la nogoyaense que hace magia con la pelota para el diario de tirada nacional.
Ante la pregunta sobre cómo era jugar en Nogoyá, la chicha diez contestó: “Siempre jugué con chicos. El fútbol femenino siempre fue bastante criticado, pero nunca me afectó, jamás me puso mal que me digan ‘marimacho’. Siempre existió eso, pero amaba tanto hacer lo que hago, que para mí era normal lo que me decían”.
En un tono más risueño dijo: “Mis hermanos me odiaban. Íbamos al parquecito y todos me elegían a mí y a ellos no los quería nadie. Me decían ´machona andá para casa´. No querían ni que vaya al parque, yo amaba ir. Yo estaba primera. Ni era la dueña de la pelota, pero estaba siempre ahí. Mi infancia fue la etapa más linda de mi vida. No sé a quién salí jugadora”.
“Mi mamá tuvo que criar a siete hermanos sola. Toda mi vida jugué descalza y creo que eso me ayudó a llegar a ser profesional. Siempre fui consciente de que mi mamá no me podía dar algo y yo me sentía mal porque sabía que ella quería. Nunca tuve torta, nunca recibí un regalo, pero hoy elegiría la misma infancia que tuve. No tuve nada, pero el parquecito donde jugaba a la pelota siempre estaba ahí. Incluso, hoy sigo jugando ahí. Mis vacaciones son siempre en Nogoyá, con mi mamá. El momento que tengo libre es con mi vieja”.
Sole Jaimes jugó en Boca y en River, disputó Copas Libertadores y siempre supo de las diferencias del fútbol argentino y el brasileño. Sin embargo, el sueño de ella es jugar en los Juegos Olímpicos. Argentina no logró la clasificación a Tokio 2020, pero tuvo la oportunidad de hacerlo con la camiseta de la Selección de Brasil, sin embargo rechazó el ofrecimiento en más de una oportunidad porque ama a la Argentina, pero pide que ayuden a sus compañeras a crecer.
En septiembre de 2017, las jugadoras de la Selección nacional hicieron pública una carta a la Comisión de Fútbol Femenino de AFA, en la que denunciaban una falta total de recursos y a lo largo de la Copa América de Chile también mostraron su justificado descontento.
“Siento el mayor orgullo de representar a mí país. Cuando escucho el himno se me aprieta el corazón. Soy tan feliz en lo que hago que no siento nervios. Dejé a toda mi familia por esto, lo hago por amor y por sentimiento”, sostuvo al referirse a la selección Argentina.