Cine Teatro Victoria, el ave fénix local
Victoria.- La investigadora y docente de historia Ana María Balbi presentó su libro Historia del Cine Teatro Victoria, Espacio de sociabilidad y cultura. “Hace unos años atrás empecé a recopilar datos de la historia del Cine Teatro Victoria. Al principio fue más que nada una tarea de recopilación, pero cuando terminé con otras investigaciones que realizaba en paralelo, pude volcarme de lleno a esto”, explica Balbi. “Ha sido un camino de mucho trabajo porque me ha llevado a consultar archivos incluso fuera de la ciudad”.
La investigadora cuenta que consultó todas las fuentes posibles. Se abocó durante cuatro años en un riguroso trabajo y accedió a archivos del museo local, del Concejo Deliberante, del Centro Comercial Victoria e incluso fuentes hemerográficas como el archivo de Paralelo 32. Además de la documentación mencionada, se suma un largo etcétera conformado por entrevistas y fuentes provinciales.
“Fue un trabajo de indagación y reunión de fuentes. Ha sido muy amplio el abanico de fuentes y a cada persona que consulté se le encendía la mirada y tenían recuerdos gratos del lugar”, agrega. Al mismo tiempo, reflexiona: “Ha sido una investigación muy feliz y gratificante”.
—¿Qué te llevó a investigar sobre el Cine Teatro Victoria?
—Lo que me llevó fue esta característica de haber estado en varias ocasiones en el trance de ser vendido o su función cambiada respecto de la original como espacio artístico. Y, sobre todo, porque formé parte de la comisión autoconvocada Unidos por un Sueño, que se conformó la última vez cuando estaba en trance de remate judicial, entonces se realizó una movida por vecinos para juntar firmas y pedir que el espacio sea adquirido por el Estado y que sea un centro cultural. Sentí como la necesidad interior de indagar, de saber más, y después de comunicar esa historia que es mucho más amplia de lo que pensamos. A veces queda en la memoria lo que le pasó a uno en la sala, o el momento en que uno estuvo, pero en realidad es un colectivo tan grande el que ha tenido que ver con los orígenes y el desarrollo artístico del espacio que sentí una necesidad interior. Primero fue curiosidad de conocer y comprender, y luego el hecho de comunicar esa historia tan rica desde lo artístico y desde lo social.
Balbi comenta que en su libro hace una introducción sobre algunas características de la sociabilidad de la ciudad. “Esto es cómo nos reunimos, cómo nos divertimos y recreamos los victorienses, siempre por supuesto en relación con la región y el país. También se explica cómo en cada etapa se vincula y se articula la vida de este espacio, la vida cultural, social y artística”, añade.
En este marco, cuenta que el Cine Teatro Victoria ha sido un espacio ecléctico donde se han realizado todo tipo de eventos. “Se han desarrollado eventos diversos: además de teatro y cine, veladas literarias, conferencias, bailes, asamblea ciudadana, etc.”, dice.
—¿Cuándo inició este espacio en la ciudad?
—El año de partida es un aporte interesante, porque si bien se sabía que había sido Fortunato Ferro el iniciador, se ha detectado una carta que le escribió a Urquiza a mediados del s. XIX. La carta es de 1860, pero él hablaba de que ya hacía unos años atrás había comenzado en un terreno de su propiedad a destinarlo a la actividad teatral. Entonces, lo ponía en conocimiento, como era usual a la época. Urquiza no solamente lo autorizó, sino que se comprometió a auxiliarlo en la obra. Así es que se comienza a construir ese primitivo teatro, el que tenemos en la actualidad está remodelado sobre las bases de aquel. O sea que ese espacio como sitio artístico y teatral tiene aproximadamente 160 años. Es algo muy significativo.
“También en la obra, y en este sentido los periódicos me han servido enormemente, hago un recorrido de la cartelera desde las películas nacionales como las extranjeras. Sabemos que el cine atraviesa a la historia y la historia atraviesa al cine. Entonces, podemos decir que la historia del cine ha pasado por la pantalla del Cine Teatro Victoria. Todo: los estrenos, los avatares, las oscilaciones, los conflictos. En la obra en sí trato de privilegiar la síntesis y los conceptos, de manera que cada lector haga una lectura desde su memoria y todo lo demás. El material recopilado es mucho y ha sido un trabajo muy meticuloso”, describe.
“Este espacio tiene la particularidad de tener aparentes o presuntas muertes y retornos luminosos, ésa es una constante en su historia, por eso utilizo la imagen del ave fénix. En definitiva, eso es lo que tenemos que celebrar como victorienses: el haber podido imaginar una salida, un modo, y luego haber logrado cumplir un sueño que nos unió”, reflexionó, finalmente, Balbi.