Cartón descartable y horóscopo chino
** El calendario llega a su fin, nos quedan dos escalones y ningún pasamanos para sujetarnos ni reborde donde afirmar los talones en esta suave caída por el tobogán que nos deja al pié del 2017, o si lo prefiere, la rampa que nos sube hasta el descanso donde un pasito más adelante hacemos pie en otra que nos sigue elevando en el tiempo.
Pongámoslo así, ya que nadie sabe explicar muy bien si en el transcurso de nuestras vidas vamos descendiendo hacia el fin o ascendiendo hacia él. El asunto es que de esta marcha nadie sale vivo, y eso es lo bueno (mientras los periodos biológicos se cumplan), porque si así no fuera la sociedad no tendría recambio y eso puede ser grave.
** Now, what is te time? Menos mal que los calendarios son solo una ficción. Un cartón con vencimiento o un sofisma digital. El tiempo es como una película virgen sin principio ni final, que seguirá rodando aún cuando en la Tierra ya no exista más vida que bacterias, cucarachas y Mirtha Legrand.
Nosotros (yo, tú, ellos y vosotros) vamos dibujando, más bien imprimiendo, sobre esa misteriosa estela, cada movimiento de cada uno de los siete mil quinientos millones de almas que andamos por aquí contaminando la superficie celeste en este instante, pero también llenándola de creación y bullicio.
** Para hacerla corta y simple: ¡Sonría que lo están filmando! Si esta teoría de Einstein también se verifica, en alguna dimensión quedará registrado cada minuto de nuestras vidas y la de cada humano que ha pisado suelo terrestre.
Cuando se perfeccione la máquina del tiempo nuestros tataranietos tendrán curiosidad por regresar a nuestros días y espiarnos. Esforcémonos, entonces, por dejar grabados en la cinta del tiempo los mejores actos y actitudes posibles.
Reculando hacia el presente
** Cuando lleguen desde el futuro nuestros biznietos o choznos para mirarnos como una curiosidad, nos verán en instancias de alegría, tristeza, decepción, emoción, esperanza, dolor, etcétera. Que sepan distinguir que al dolor lo hemos enfrentado con madurez y a los momentos de alegría, con prudencia. Que sepan que fuimos capaces de proponer con perseverancia, apelando a la razón, y no imponer por la violencia y la sinrazón. Que hemos sido capaces de la fe, el amor y la solidaridad.
** Autores como Von Daniken han investigado y probado la visita de seres extraterrestres, seres superiores, o como se los quiera llamar, a lo largo de toda la historia (miles de años antes de que se les pudiera echar la culpa a los yanquis). Colaboran mucho e intervienen poco. Los más audaces creen que quizás se trate de habitantes de nuestro futuro terrestre que andan de tour por el pasado lejano, es decir por nuestro presente.
En numerosos círculos extrapolíticos (investigadores de esta realidad oculta) se cree que los alienígenas que se dice viven entre nosotros, podrían ser nuestra propia descendencia, que nacerá quizás dentro de varias décadas o siglos, que nos llegan en máquinas del tiempo .
** En cambio los investigadores de la realidad visible de nuestro presente, tienen opiniones muy diferentes de lo que nos pasa, según de qué lado de la grieta se hallan, según qué parte del bolsillo les duele, o según el grado de comprensión de la realidad. Leer solo el presente descolgado de su historia, siempre será un error. Pero de errores hemos aprendido a vivir los argentinos.
El año del reinado del Gallo
** Que los chinos nos hayan invadido el campo comercial vaya y pase, pero no conformes, vienen copando también el campo astral, o sea el de las supercherías, por lo que muchos se preparan a vivir el año del Gallo.
Como si algo nos faltara, se nos viene un año Gallo, ese señor que en el gallinero pisa a todas y todos los que se le ponen a tiro cuando anda con la cresta inflamada.
Ya se sabe como son de arremetedores los gallos; entra el avicultor al galpón arrodillándose en el suelo para regular la altura de un comedero y el gallo ya le salta arriba afirmándose con las garras en el cinto.
** En los planteles de reproductoras siempre hay un gallo pisador cada diez o veinte gallinas en edad de merecer. Mientras ellas se rompen la cloaca poniendo huevos para que el dueño del gallinero no les tuerza el cogote por improductivas, el zángano Gallo les hace esa cosa fea que no podemos nombrar. Por semejanza, sospechamos que este podría ser el año del reinado de la Afip.
Buscando al Gallo del horóscopo chino
** Los ricos juran y perjuran que el Gallo es Mauricio y ellos son las gallinas, argumentando que después de haber aumentado y ampliado todos los planes de asistencia social por cajero, calmó recientemente a los piqueteros con la promesa de 30 mil millones en tres años para que puedan seguir viviendo como sus padres (sin laburar), y que son ellos los que sangran por la cloaca para poner esos huevos.
** Por la innegociable vereda de enfrente, los que dejaron de ser ricos hace un año, también los que están por debajo de la línea de pobreza, los Ni-Ni-Ni, los que quieren y no pueden, etcétera, comparten que el Gallo es Macri pero juran y perjuran que las gallinas son ellos.
Hay un tercer grupo; la ultrajada clase media; que ya ni opina. Le dicen gallina constipada porque no termina nunca de poner.
** Razonemos; ¿quiénes son las gallinas? Las nobles plumíferas ponen y ponen mientras que en el campo de nuestra humanidad nacional, los que “la tienen” evaden el 40% o más (es decir, no la quieren poner), y los más desposeídos quizás tengan la voluntad de poner pero no tienen qué. El agro, admitámoslo aporta una buena porción. ¿Qué comen, si no, tanto las gallinas como el gallo?
** No busquemos culpables. Sojamarca es una perinola que en todos sus lados tiene la inscripción “ponen todos” (menos los gallos, claro. El Gallo Cristóbal, Lázaro, y una multitudinaria banda, se pasaron años con una perinola cargada que solo caía en “toma todo”).
** Menos mal que, como dice nuestro amigo Esteban S, “soy de Leo con ascendente en no hay prueba científica alguna que permita afirmar que la posición de los astros en el momento del nacimiento condicione su personalidad, sus actos o su destino. Y en el horóscopo paraguayo soy chipá.
Se vive comenzando
** El calendario llega a su fin. Segunda vez que escribimos esta frase tan estúpida como obvia. Nada finaliza. Todo comienza. Cada minuto dejamos de ser lo que fuimos y empezamos algo nuevo. El pasado ya fue, el futuro es una incógnita, si vas a tomar una cerveza fría es ahora.
Construyamos un presente lindo. Menos broncas. Más tolerancia. Comprendiendo que es mucho más constructiva la sana discrepancia que la enfermiza negación y enfrentamientos tribales.
** Menos dejarnos influir por los que obtienen rédito de los enfrentamientos de los argentinos. Son los que necesitan ocupar algún cargo cómodo y bien rentado y nos quieren usar a todos como caballitos de su causa personal.
No estamos dando consejos sino razonando según nuestros propios deseos para 2017. Difícilmente alguien decidirá cambiar algo de su vida, por los deseos que expresamos aquí, pero si así fuera, quizás empezará a sentirse mejor.
Hola hermano 2017
** ¿Con qué haremos el licuado 2017? Está escrito que el ser humano tarde o temprano beberá de su propia jarra. Sabiendo esta verdad eterna, cuidemos la receta.
Para todos los que llegaron hasta este punto de la lectura de nuestra columna mangrullera de cierre de año; dos porciones breves del saludo celta, para 2017:
Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento siempre esté detrás de ti
y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar,
que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano.
(…)
Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado.
(…)
Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte.
Que el Señor te guarde en su mano,
y no apriete mucho su puño.
Que tus vecinos te respeten,
los problemas te abandonen,
los ángeles te protejan,
y el cielo te acoja.
** De nuestro pensamiento propio solo nos gustaría agregar:
Que Dios Todopoderoso, que nos concede la libertad de no creer en Él, o creer y no prestarle atención, conceda a sus fieles toda su gracia y a los infieles todas las oportunidades que hay en Su camino.