Alumnos de Diseño Industrial desarrollaron una plataforma de producción y almacenamiento de leche
A raíz del problema causado por las periódicas inundaciones que sufre la región, muchos establecimientos tamberos tuvieron que permanecer aislados por largos períodos, lo que implicó la pérdida de grandes cantidades de leche al quedar sin el servicio de recolección diario.
Con la vista puesta en resolver este dilema, un grupo de estudiantes avanzados de diseño industrial de la UNL decidieron hacer algo, y desarrollaron una iniciativa sorprendente, que incluso fue aceptada en la prestigiosa plataforma INNOVAR. El desarrollo parte de una mirada distinta, motivado en la necesidad de romper los paradigmas lineales de hoy en día.
“El concepto de fondo es el de generar un puente, en tanto representación que permita generar respuestas en relación a la plataforma de la innovación. El concepto de puente consolida la idea de unir dos puntos para que un obstáculo deje de serlo”, le dice Valentín Ingignoli a Campolitoral.
Buscaron así reducir la humedad de la leche obteniendo un nuevo producto denominado leche concentrada, aumentando su vida útil, reduciendo su volumen, favoreciendo la capacidad del tambo y reduciendo pérdidas económicas. “El diseño se adecua a la producción de una línea de concentradoras de diferentes capacidades, adaptándose a las necesidades y características de los tambos de la región”.
Romper los paradigmas
El equipo, que también está integrado por Marcos Argüello, Santiago Caloia, Felipe Porto (de Crespo) y Valeria Arroyo, todos estudiantes de cuarto año de Diseño Industrial (FADU- UNL), que -motivados por los diseñadores industriales Manuel Bazán y Diego Tosello (titular y adjunto de la Cátedra de Taller de Diseño Industrial 4)- idearon un innovador sistema de producción y almacenaje. La idea con la que partieron es generar las plataformas para la innovación.
Buscar el problema y plantear alguna tentativa de solución. “Creemos que nunca hay soluciones porque las problemáticas siempre están, hay respuestas para cada momento. La solución sería una sola, las respuestas, diversas”. Para entender del tema, estudiaron el entorno y fueron al campo. “Esto no está hecho desde Google, fuimos al tambo, inclusive volvimos después de una lluvia para dimensionar la problemática de primera mano”.
El concepto de sistema
El desarrollo incluye dos dispositivos físicos y uno virtual: la evaporadora, la lacteobolsa y una plataforma on line llamada CONECTAMBO. La primera, que concentra la información del producto final, permite la posibilidad de generar la leche evaporada que uno desea, de acuerdo a la calidad y la humedad, con las características deseadas, teniendo la posibilidad de producir leches regionales con una especificidad determinada. El equipo reduce hasta el 60 % del agua, facilitando el almacenamiento.
Luego, se deposita en la lacteobolsa, que almacena el producto. “Es transportable, lavable, almacenable, permite transportar hasta 4 plegadas en la caja de una camioneta”, sostienen los diseñadores.
Según expresaron, una lacteobolsa guarda la producción de hasta un ordeñe, y 4 la de todo un mes, en un tambo chico, “que son los que primero desaparecen”. Con esto le estamos dando tiempo al tambero y a la leche. De las 48 horas prolongamos la vida útil de la materia prima hasta 6 días en el tambo”.
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La última instancia se llama CONECTAMBO, una plataforma operativa que tiene como objetivo potenciar, facilitar, gestionar y planificar las actividades intervinientes en los sistemas de extracción, logística, producción, comunicación e información correspondientes a los productores tamberos de la cuenca lechera santafesina y toda la cadena productiva regional. “CONECTAMBO genera beneficios en todas las aristas de la cadena productiva para cada uno de los actores intervinientes, y sobretodo en relación a los vínculos entre ellos, generando asociaciones ganar ganar”, agregan los jóvenes. “Funciona como una red social que también permite llevar un control de las bolsas, y le posibilita hacer conocer su CV lácteo a la industria o al Gobierno, y ayuda a potenciar la unión entre los productores con clientes directos”.
Finalmente, destacan que las ventajas para el tambero van más allá de terminar con la pérdida de materia prima por las malas condiciones climáticas. “El productor obtiene datos precisos para la toma de decisiones correctas, y garantiza controles en cada etapa productiva. Favorece el fortalecimiento al incrementar las relaciones de cooperación, posibilita alianzas, mejora la competitividad del mercado, genera productos regionales, el tambero puede negociar en mejores condiciones, obtiene beneficios de precios más competitivos, apertura de nuevos nichos de mercado”. Hasta tanto se reparen los caminos, este puente, si es bien aprovechado, promete una verdadera revolución tranqueras adentro.
(Fuente: El Litoral)