A pedido de un joven que quedó parapléjico, construyó una handbike desarmable
Crespo.- En la edición Crespo de Paralelo 32 de este sábado 27 de octubre contamos la historia de Walter Kemerer (46), quien recientemente finalizó la construcción de una handbike, bicicleta adaptada que permite a personas en silla de rueda seguir pedaleando con los brazos. La unidad fue totalmente construida por él, a pedido de una persona con discapacidad motriz que vió en Instagram la publicación de una halfbike, media bicicleta, también realizada por este ingenioso creador. Walter es un aficionado a los fierros y también a los desafíos más difíciles, donde la precisión, prolijidad y perfección, son su debilidad. Cada día, luego de cumplir su labor en una empresa avícola del Parque Industrial, es común verlo desplegar su hobby creando distintos dispositivos en un pequeño taller en su domicilio. Es un espacio muy íntimo al lado del quincho, donde entre otras producciones, tiene en resguardo la carcasa de lo que será la cabina de mando de un futuro helicóptero.
– ¿Cuál es la historia de esta bicicleta adaptada?
– El interesado (Walter pide que se mantenga en reserva la identidad (NdeR) se enteró que yo hacía esto porque fabriqué otra bicicleta especial para andar parado, una halfbike, que la hice para mi hijo. La publiqué en Instagram, la vio y me preguntó si me animaba fabricar una handbike, bicicleta de mano. No sabía cómo era, la busqué en internet, me gustó cómo era y le confirmé que la haría.
Nos reunimos y vimos qué modelo quería, compró los materiales, caños que hice doblar y pintar, todas las piezas de la bicicleta, y se la fabriqué completa. La probamos el fin de semana y anda perfecta.
La bicicleta adaptada, con 21 cambios y freno a disco en las tres ruedas; es desarmable, detalle que permite transportarla en el baúl de un automóvil. El asiento, también construido y tapizado por este sagaz innovador, se corre a distancia y ofrece la posibilidad de cambiar su inclinación.
La handbike tiene lugar para colocar la silla de ruedas, para que el usuario se pueda manejar mejor. “Es fácil de armar y desarmar” -cuenta Walter y hace la demostración con unos pocos movimientos. Todo fue perfectamente pensado para lograr una unidad confortable. Inclusive la pedalera es regulable en altura y profundidad, como sucede con los autos.
“En realidad esta bicicleta es un obsequio de varios, para darle a un muchacho con discapacidad motriz la posibilidad de desplazarse por la ciudad”. Walter no cobró por las horas dedicadas a desarrollar esta bicicleta especial y a su gesto solidario se sumaron espontáneamente Enrique Retamar, quien hizo la pintura, y Diego Lell de Escapería Mónaco, que con mucho rigor dobló la totalidad de los caños para la construcción de la estructura.
“Hoy una bicicleta de éstas, en aluminio y para competición, tiene un costo de 195.000 pesos y las más comunes están en los 60 mil” -dice cuando le consultamos por el valor de mercado de las bicicletas de mano.